Gustavo Trías: “el desafío de sostener el valor de las inversiones y hacer frente a los pasivos futuros”

El último sábado de julio el programa radial Tiempo de Seguros entrevistó Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, Gustavo Trías, con el objetivo de  conocer de las acciones que llevan adelante y la visión del presente y futuro del mercado asegurador.

A continuación transcribimos la versión periodística del reportaje realizado.

¿Cuántas compañías forman parte de la asociación?

Trías: – La Cámara cuenta con treinta y seis compañías asociadas y representa aproximadamente un 60% del mercado en términos de market share de primas emitidas, lo que la convierte en la cámara más importante en términos de participación del mercado.

¿Qué objetivos plantea la entidad?

La asociación ha planteado históricamente principales desafíos:

– Fomentar, difundir y prestigiar a la actividad.

– Promover el perfeccionamiento de los empleados y todos los participantes de la cadena de valor de la actividad aseguradora.

– Representar y defender los intereses de la actividad ante los distintos actores públicos y privados.

– Generar a las asociadas información y asesoramiento de valor.

– Representar y coordinar los intereses de la actividad aseguradora.

En la actualidad hemos puesto foco en temas referidos a la comunicación y a la divulgación de la cultura aseguradora, incluyendo campañas de ayuda para la protección de nuestra sociedad. En esta línea, lanzamos este año la campaña “evitar accidentes está en nuestra manos”. Además, y en breve, estaremos presentando el índice de seguridad vial, con resultados por demás preocupantes; estamos trabajando en temas de lucha contra el fraude; la modernización, la judicialización del mercado, con la problemática que esto conlleva, y generando información de valor y objetiva para los asociados de la Cámara.

¿Qué opina la AACS en cuanto al tema inversiones?

– Lamentablemente en el último tiempo uno de los grandes problemas que tenemos con las inversiones es que la rentabilidad generada no alcanza para cubrir el desarrollo de los pasivos judiciales. Buena parte de los instrumentos que existen hoy en el mercado son a tasa negativa. Si tomamos los balances del mercado en general a mes de marzo, con nueve meses de actividad y con valores ajustados por inflación, el resultado de las inversiones es negativo. Esta realidad es muy preocupante para la actividad porque afecta directamente la solvencia de las compañías  y la capitalización de las mismas.

Cuando plantean esta problemática en la Superintendencia ¿qué respuesta obtienen?

– Trabajamos coco a codo muchos temas con la Superintendencia. Somos conscientes de la problemática del país y que están buscando y analizando variables de forma permanente junto a la Secretaría de Finanzas para tratar de buscar instrumentos de inversión que le sirvan tanto al Estado para financiarse como a las compañías de seguros para sostener el valor de sus inversiones y hacer frente a los pasivos futuros.

– ¿Cuál es su mirada sobre la carga impositiva?

– La presión impositiva en el país es muy alta; en nuestro sector, en menos de un año, hemos sumado prácticamente dos impuestos nuevos: uno, ya incluido en el último presupuesto, que tiene que ver con el manejo del fuego y, otro, proveniente de la Ley Prosas o del “seguro verde”, con media sanción del Senado, que va a agravar con un porcentaje la primas de los seguros de automóviles.  

Si bien estamos de acuerdo con la ley de plantar más árboles, bajar la huella de carbono y un medio ambiente más saludable, con control y penas para las actividades contaminantes como sucede en el mundo, entendemos que la actividad aseguradora no es en modo alguno contaminante.

– Todos sabemos que a través de la actividad aseguradora es muy fácil recaudar…

-Ciertamente. Es una actividad muy blanca y transparente y se hace a través de un único organismo. Además de ello, como se hace con el IVA, se anticipa y se paga por anticipado, al hacerlo por la facturación y no por el efectivo cobro.

Lamentablemente es un nuevo tributo a la actividad que está bastante golpeada por lo que está viviendo el país. En el último año han caído cerca de 360 mil autos asegurados, por citar un ejemplo. Y los gastos de la actividad siguen creciendo por temas inflacionarios, y va trasladándose a precios. Y la realidad es que frente a los consumidores terminan pagando los platos rotos quienes están frente a ellos: los productores, las compañías de seguros…

¿Cuál es la principal baja del aseguramiento del parque automotor?

– El gran problema es económico. De allí que los que no acceden al seguro pasa por un tema de conciencia sino por el empobrecimiento general. Hoy la Argentina presenta una alta siniestralidad con indemnizaciones en términos de responsabilidad civil como si fuéramos países de primer mundo… y esto encarece muchísimo el seguro.

El costo de administración de la actividad es muy alto…

– Cuando uno analiza los números puede ver que el 50% de las primas que se recaudan se van en administrar y vender más toda la carga impositiva directa o indirecta que llega casi al 30%… todo hace que mucha gente se vea en la imposibilidad de pagar un seguro que es obligatorio.

Recuerdo que en los años 2001/2002 el no aseguramiento estaba en el orden del 50%, hoy estamos en número que se acerca muchos a estos porcentajes.

“Uno de los grandes problemas que tenemos con las inversiones es que la rentabilidad generada no alcanza para cubrir el desarrollo de los pasivos judiciales”.

Gustavo Trías

¿Cómo evalúa la actividad aseguradora el teletrabajo?

– Creo que la pandemia nos dio un baño de realidad. Previo a ello muy pocos creían que el teletrabajo podría ser una herramienta válida para ser utilizada en forma masiva. El Covid provocó que muchos sectores tuvieran que migrar a una nueva forma de trabajo, con los desafíos tecnológico que esta decisión trajo aparejada. En este contexto la mayoría de las compañías, como los productores y liquidadores, pudieron estar a la altura.

La ley de teletrabajo aprobada en el Congreso surgió con anterioridad a la pandemia. Tiene aspectos positivos y problemáticos. Estamos trabajando con el sindicato y el resto de las cámaras tratando de llegar a acuerdos en virtud de todos los puntos que la ley somete a discusiones que sean incluidas en los convenios colectivos de la actividad. Nuestro compromiso es avanzar en una discusión seria para que el teletrabajo sea algo positivo para todos los que somos actores de la actividad aseguradora.

A futuro, buena parte de todos los integrantes del sector van a convivir con esta modalidad. Parte del trabajo se desarrollará en las oficinas de las compañías y otra dónde el recurso humano lo determine, no siendo necesariamente en sus casas.

El desafío que se nos presenta es en cómo pueden las compañías seguir generando un vínculo, construyendo identidad con su gente y motivarlos para lograr una mayor productividad.

– Finalmente, cómo están trabajando en la AACS el tema de los ciberseguros?

– La seguridad informática, que es básicamente donde apunta las coberturas de ciberriesgo viene siendo trabajada en la mayoría de las empresas de la Cámara desde hace tiempo.

Están apareciendo en forma incipiente estas coberturas en virtud de que, si bien hay casos de siniestralidad  manifiestos en el mundo, todavía es muy difícil evaluar la frecuencia e intensidad con que ocurren y el grado de riesgo e impacto económico; por lo cual, si bien hay desarrollos, la mayoría están vinculados a negocios más pequeños… Nos va a llevar un tiempo que este tipo de coberturas puedan ser masificadas.