Una pasión por la Historia y la Escritura

En la última Feria del Libro, desarrollada en Buenos Aires, Emilio Meyer presentó su libro Reloj de Sol, un relato de ficción que narra los sucesos vividos por una familia inglesa fuertemente condicionada por una abrumadora tradición militar.

A sus tareas como Gerente de Legales de Orbis Compañía Argentina de Seguos S.A., Emilio agrega su interés por el estudio de la Historia, con foco en los conflictos bélicos del siglo XX, e incursiona con entusiasmo en el arte de escribir.

Desde Novedades acompañamos a nuestro colega en esta presentación y lo invitamos a una breve entrevista donde conoceremos más acerca de este emprendimiento literario.

¿Quisiéramos conocer un poco acerca de su interés por la historia y su perfil de escritor?

Meyer: – Desde que tengo uso de razón siempre he sentido una inclinación, diría casi fascinante, por la historia del siglo en que nací, con un marcado énfasis por los grandes conflictos bélicos del siglo XX, como las Guerras Mundiales. Ahora, a mis 60 años, no tengo dudas que fue mi abuelo paterno -Emilio Meyer Oliden- el responsable de despertar en mí un fuerte interés por la historia de mis antepasados, por las corrientes migratorias de Europa hacia América, por los sucesos ocurridos durante las primeras décadas del siglo XX y también por las tradiciones de la sociedad londinense.

En ese aspecto, no es casual que mi abuelo haya nacido en Buenos Aires en 1899, pero que fuera educado en Londres hasta los 18 años. Por otra parte, seguramente mi atracción por el pasado histórico y por la escritura, también me venga en la sangre, ya que, si bien no llegué a conocerlo en vida, mi abuelo materno -José María Sáenz Valiente- fue abogado, docente, escritor e historiador. En definitiva, sin ningún ánimo de compararme con ellos -lo que sería casi una impertinencia-, creo que mis dos abuelos, cada uno a su manera, me han influenciado para que me decidiera por la abogacía y sea, además, un apasionado por la historia y por el acto de escribir.    

¿Cómo surge Reloj de Sol?  

– Cuando uno comienza a escribir una novela no sabe cómo va a terminar; en realidad, ni siquiera sabe cómo va a empezar, ni cuál será el conflicto, etc. Es solo cuando uno comienza a sumergirse en lo profundo de su imaginación, sentado frente a la computadora en la soledad del escritorio -de hecho, el acto de escribir es en plena soledad-, con la indeclinable voluntad de narrar una historia, que empiezan a destellar algunas ideas en forma desordenada.

En ese sentido, no tengo una explicación muy clara para responder cómo surgió «El Reloj de Sol». Podría decir que es el resultado de un trabajo de ordenar inventivas y darles un contexto real. No es otra cosa más que el resultado de mi imaginación, seguramente adobado con experiencias familiares, y quizás los destierros, las tradiciones y los espionajes estén presentes por alguna razón no muy nítida en mis pensamientos. Eso es lo apasionante de escribir ficción, que el narrador omnisciente lo sabe todo, pero puede no decirlo todo.

¿Cómo conviven este tiempo de escritor con sus tareas profesionales?

– Soy muy dedicado a la lectura y a la escritura. De hecho, me paso todo el día escribiendo. Obviamente, tiro mucho papel mal gastado, pero creo que de eso se trata cuando las ideas no surgen claras.

La profesión de abogado me obliga a escribir mucho, y si bien la narrativa propia de un abogado es de tinte argumentativo, con moldes y estilos bastantes rígidos, no deja de ser un acto de escritura interesante, hasta incluso, de vez en cuando, uno puede darse el gusto de adoptar algunos vuelos y giros descontracturados en las expresiones de agravios vertidos contra alguna sentencia antojadiza.

Luego, cuando llega el momento de descansar de mi profesión, extrañamente sigo escribiendo, aunque claro está, solo dedicado a la ficción. Cuando me encierro en la soledad de mi escritorio a escribir ficción me despojo de todo el stress acumulado durante el día. Realmente es un hobby del que disfruto mucho. En ese sentido creo que he aprendido a convivir entre la Ley de Seguros y las mágicas historias de destierros.  

La observación de las personas dentro y fuera de su ámbito laboral sin duda deben constituirse en fuente inspiradora de los personajes recreados en la ficción…

Todas las personas, no solo las que están dentro de la organización, son y serán muy enriquecedoras para mí, ya que al momento de componer personajes de ficción se torna ineludible para el narrador la remisión de la memoria a las personas que tiene más cerca. Claro que no siempre se las representa tal cual son, sino que se les otorga atributos de los cuales carecen en la vida real, o se desenmascaran algunas de sus miserias, o se enaltecen sus virtudes, etc. Así entonces, de esa manera podríamos suponer que en mis ficciones están presentes, sin que ellas lo sepan, algunas personas de mi entorno.     

  EL RELOJ DE SOL

La novela transcurre en Argentina, Uruguay, Chile, Inglaterra y Australia entre 1941 y 2016, centrándose en la vida de Kristen Daniels, cuyo abuelo fue héroe de la Primera Guerra Mundial, y su padre uno de los criptógrafos que lograron descifrar el enigma  de los nazis. Durante la Guerra de Malvinas, Kristen actúa como espía británico en Tierra del Fuego. Allí conocerá a un joven porteño que cambiará radicalmente su destino y el sentido de su vida.